![]() |
Zdzislaw Beksinski |
John MILTON
El paraíso perdido
Nos avergonzaríamos de habernos avergonzado de los motivos, completamente amorales, que posibilitan nuestras acciones de mayor probidad si la autogratificación lograda cuando las realizamos se vinculase a la nobleza de ánimo, no al desautorizado egoísmo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Aunque uno sea por defecto dueño de lo que calla y prisionero de lo que dice, por aquí gustan las cabezas que no marchan al pie de la letra.