6.6.13

SALOMA PARA FICHAR

Me volveré contra vosotros y seréis derrotados ante vuestros enemigos; os tiranizarán los que os aborrecen y huiréis sin que nadie os persiga.
Levítico 26, 17

Vuelvo a ponerme el traje de faenar pasados para exhumar un documento sepultado entre otros cientos de archivos que nunca vieron más luz que el monitor donde a brinco de línea los concebí. Son gavillas de textos recogidos en una carpeta de interés disipable y, al recorrerlos, se perciben con los bandazos de su irregularidad los accidentes de un trayecto contraorbitante. En esta ocasión, recupero algo así como un carnet intelectual de actitudes y coordenadas de pensamiento que hube de enseñar o tuve a ocurrencia escribir para retratarme por dentro ante alguien que ya no recuerdo por fuera:

ARTE. Embellecimiento personal que combina horror y maravilla hasta alcanzar un estado mayor donde ambos polos se agudicen o resuelvan.

CIENCIA. Relativismo metodológico frente a empirismo racionalista.

COSMOGONÍA. Palingenesia entendida como el eterno vicio de regeneración de un universo increado. Sin ánimo de hacer afirmaciones inconcusas en este como en ningún otro asunto, vale la pena referir que, tras una de mis primeras aproximaciones extáticas al conocimiento simultáneo de todos los puntos de vista, agotado de abrirme al torrente inefable, escribí:

«Cuando el universo toma conciencia se suicida; no sin probar antes el hastío de la divinidad».

ÉTICA. Individualismo de temple estoico que procuro mantener elástico en perspectiva y matizar con esa elegancia epicúrea para la cual todo placer es loable si no impone mayores dolores.

FILOSOFÍA. Escepticismo por activa, por reactiva y por pasiva que busca desbloquearse, al mismo tiempo, en el pragmatismo.  En cuanto al libre albedrío, que es el callejón sin salida al que conducen el resto de las disquisiciones, matizar que supone una frontera mental insuperable. A nuestra inteligencia, condicionada para ser operativa a niveles biológicos, le está vedada la experiencia directa de lo que apenas puede deducir en abstracto. No es verificable ni, desde luego, aprehensible la concepción, argumentada con lógica, de que la realidad funcione como un sistema de causalidades de tal manera organizado que el azar sea solo una creencia derivada de la incapacidad para captar cuantas variables intervienen en un escenario de acontecimientos del que, no se olvide, el sujeto interrogador forma parte. Como cualquier observador humano (o hecho por humanos) no tiene, por definición, forma concluyente de obtener la certeza necesaria para asegurar si la realidad está determinada o, por el contrario, es aleatoria, la incertidumbre ha de extenderse también a las posibilidades de desarrollar un método fiable de predicción que logre resolver la incógnita.

MEDICINA. Apuesto por la calidad vital frente a la conservación. Así como la paz es una burbuja de calma pasajera dentro de la guerra, considero que la salud lo es de la enfermedad, que a su vez lo es de la descomposición orgánica. Concepto dinámico que implica una fisiología de antagonismos integrales, la salud consiste en un proceso de sobreponerse a la propia existencia mediante continuas destrucciones y reconstrucciones. Tanto la capacidad de autolesionarse como la de autorreparar buena parte de sus daños constituye una característica común a los seres vivos dotados de un mínimo vigor.

MORAL. Inmoralista en el sentido de abogar por reducir al absurdo de cualquier tentativa de achicamiento moral de la complejidad real. Todo es cuestión de fe para el que no sabe abrir los ojos; todo resulta peligroso para el que espera recibir castigos. La ambición agita el mundo y el miedo evita que se desborde.

POLÍTICA. En un mundo de falsedades consagradas como esas madres de Dios de sexo precintado, o esos dirigentes parlamentarios amputados de conciencia y responsabilidad, asumo el suntuoso deber de no dejar títere con cabeza. Y puesto que rara vez estoy de acuerdo conmigo, salvo en que una galbana cualquiera es menos incorruptible que la participación en el proyecto político más luminoso, suelo decantarme de la actitud vacilante al salero vacilón por un nihilismo combativo a la rusa cuando se me nubla estrafalaria la visión de un despotismo ilustrado que sintetice benignamente, con una pujanza inmune al delirio, la experiencia de los sistemas previos y tenga presente el conocimiento antropológico del hombre más la fractura histórica de su naturaleza, escindida entre el absolutismo de las pasiones y el rechazo alérgico a las utopías, entre las convulsiones del cretinismo temerario y el voluble apocamiento de la inteligencia temerosa. Mis estados más desafectos hallan su correspondencia en el simpático anhelo del suicidio colectivo, pero cuando la alegría impulsa mi imaginación, puedo elaborar teorías fascinantes, como la expuesta en... Lo siento, no quiero que me arresten por fantasear, que es mi forma de inspirar cambios radicales. Los sueños del poder surten monstruosas realidades para escapar de su atracción.

NACIONALIDAD. Cualquier enclave de beatitud donde la percepción se desasga de su vieja armadura y pueda renacer incrementada.

RELIGIÓN. Destino inscrito en el sueño de la materia. Adaptación a la fatalidad que gobierna este mundo incognoscible, depravado (la mayor parte de la humanidad, en cualquier momento histórico, habita durante la mayor parte del tiempo en alguna forma de calamidad) y carente de propósito a pesar de lo que sugieran las irrealidades construidas por nuestros antepasados que, como un legado mágico, empleamos para compensar la dureza de las evidencias.

VOCACIÓN. Coñomante, profeta de los últimos partos y psicopompo de los continentes perdidos en la biblioteca sináptica de la realidad.

Cabeza de Medusa condimentada al arbitrio de Rubens, el célebre apóstol pictórico de la celulitis, como puede constatarse en su Baco.

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