Gilbert Keith CHESTERTON
El hombre que era jueves
El hombre que era jueves
«Deja la espina, coge la rosa», acucia el aria; protéjase uno de los malhadados, no vaya a ser que por interacción con ellos se le trasmine el abrojo de su fatalidad, que en los tales sobreviene carácter estacionario por carencia o profusión del mismo dentro de la estructura disipativa de momentos perdidos que procesamos en la animalesca delusión de existir. Entre los muchos que se malhayan, no escasean quienes por temor a desagradar aplauden a cualquiera, y tan nocivo es quebrarles la condición en su avenencia perpetua como empecer en el caso opuesto a los ogros domésticos, no menos abundantes, que por afición a la inutilidad de ser servidos no complacen ni se complacen, chocando a cada instante con todo quisque como un estoque democrático que no para ni repara en distinciones, ni siquiera en los infelices que confundiendo amor con azoramiento y sumisión con respeto, hasta los buscan.
Enroscándose a sus sueños, Figura arrodillada de Clara Lieu.
Enroscándose a sus sueños, Figura arrodillada de Clara Lieu.
Muy bueno como siempre,con la foto lo has bordado.
ResponderEliminar