27.5.13

CREO PORQUE ME DEVORO

Todo lo que puedas hacer, hazlo en tu pleno vigor, porque no hay en el sepulcro, adonde vas, ni obra, ni razón, ni ciencia, ni sabiduría.
Eclesiastés 9, 10

Dijo que el mundo es un juguete chafado que nadie sabe reparar, la divinidad un armatoste persistente cuyo funcionamiento se ha vuelto incomprensible y el humano un artefacto natural de incorregibles apetitos que ni en sueños hace tregua a la guerra permanente consigo entablada contra todos. Enmudeció que quisiera reconciliar la cosmofobia de su temperamento misántropo con el gusto por el equilibrio armónico de las potencias en el justo medio, y tampoco se molestó en excusar que la disciplina de mesura no le ampara para ciclar con un brillo de ascendencia superior esa inclinación tan antibiótica al romanticismo. Desembragada al fin la esfinge de su silencio por el canto del autillo, no fue necesario desovillar que más de veinte siglos de abigarrada experiencia histórica interponen sus contraindicaciones entre la fe autoinmune que a sí misma se devora y el arquetipo clásico en el que a ratos, perdida, se concreta.

The Meeting of Animalism and an Angel de Fernand Khnopff.

5 comentarios:

  1. Soberbio, espectacular y especular. Aunque a veces me cuesta seguirte, últimamente excretas hasta atravesar los sentidos que no figuran en los libros, al menos los míos.

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  2. Moscatel, con tu nombre de aromas aterciopelados y la ofrenda de palabras exprimidas hasta condensar un rastro de caramelo, me pones muy difícil quitarme de la adicción a los estados alterados por un exceso de ego.

    Simularé que no he leído nada de lo que has escrito, sellaré tu comentario en un frasquito de esencias y gritaré sin sonrojo que es lo menos que he podido hacer para aliviarme la confusión del elogio.

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  3. Venusdemilo27/5/13 22:50

    Intenso muy intenso. Hasta los Dioses del Olimpo te aclaman,gracias por hacerme resurgir de la nada gracias
    No dejes de escribir nunca me morirìa sin tus palabras...

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  4. Venusdemilo, excluyendo la posibilidad de que mis palabras surtan ese efecto reparador por accidente, sin duda esos dioses que invocas deben de ser responsables, al menos en parte, de poner a prueba mi capacidad de resistencia juiciosa a la exaltación...

    No obstante, para el mitólogo Paul Diel, que tan oportunamente estudió esta clase de fenómenos psicológicos, «la victoria sobre la vanidad se puede transformar fácilmente en vanidad de victoria».

    Sea como sea, gracias de corazón.

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  5. No sólo autor eximio de blog filosófico, sino ahora proveedor de alimento simbólico necesario para vivir. Salud!!!

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