A Cristina Serrano, acompañándola
Uno no puede transgredir los impulsos de la propia naturaleza sin que ésta se vuelva contra sí misma.
Jack LONDON
Colmillo blanco
Siempre que uno llora de verdad, a llama vuelta, debe mover todas las piezas de su tristeza, las pasadas, las presentes y aun las presumibles, por eso crecer hace cada vez más difícil romper la argamasa de experiencias que no une, sino agarra las penas.
Celebraciones nocturnas en la Vía Eugenia de Venecia, una tela de Ippolito Caffi.
Muchas gracias autógeno por este homenaje a mis lágrimas. Siempre intento convertir cada tristeza en un cuento con la intención de enterrar las penas. La clave está en la transformación, no existe la magia capaz de eliminar de raiz lo acontecido cuando no nos agrada pero sí está en nuestra mano el poder dar otra forma al dolor a través de la creatividad para que no se convierta en inútil sufrimiento.
ResponderEliminarUn abrazo enorme.