Se dice que, cuando un tesoro es buscado por alguien a quien, por una razón cualquiera, no está destinado, el oro y las piedras preciosas se cambian para él en carbón y guijarros vulgares.
René GUÉNON
El reino de la cantidad y los signos de los tiempos
Cuando el alma sólo ve un mundo, temiendo por nada en todo cree que se debe salvar; si no se abandona a la impotencia de su estado, llegará a dudar de ese mundo y estará ya entre dos mundos; recorriéndolos, probará la atrocidad de conocerse hasta ganarle al caos la fe en sí misma que es la prueba de acceso al otro mundo donde están aquellos mundos que son rotura de éste: prueba y prenda de vuelta que confirma su ilimitado extravío; extravío sin fronteras que confirma que allí, por el todo que hay en nada, aprendió a morir de una vez en vez de una.
Escena séptima del sardónico Portrait of Mephisto de Maleonn.
Dichosos aquellos que encuentran a cada momento el cielo y el infierno en este mundo, y en ninguno más. Quizás si existe alguna salvación después de todo, sea esa.
ResponderEliminarPero puede el alma morir en uno de esos mundos y seguir viva en los otros. No morir para todos juntos. O incluso pretender regresar al primero de partida ya que habiendo vivido en otros siempre recordará el primero de su "infancia".
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