12.4.09

IRREDUCTIBLE


Al rebaño le asustan los perros; los perros obedecen al pastor; el pastor teme a los lobos... Lobo en nuestro idioma no suena tan amenazador como el wolf sajón pero, en contrapartida, tiene esas dos os que son sendos pozos de fuego hacia los cuales confluyen las miradas y cuya presencia absorbente basta para sugerir significados que superan los propósitos científicos de atajarlo como especie. A mí el Canis lupus de zoólogos y taxonomistas no me dice nada, remite a bagajes descriptivos que se hallan cerrados al hallazgo de nexos más profundos. ¿Qué o quién es, en tal caso, un lobo? Un ser despabilado que respira vientos y transita solitario las circunvoluciones de la noche; un icono de luz sombría que irradia antiguos misterios donde el animal y el arquetipo se funden en una estirpe irreductible para desvelo de ovejas, envidia de chuchos y pesadilla de mayorales. La aparición del lobo rompe las relaciones jerárquicas habituales e introduce factores que obligan a cuestionarse las reglas de juego. El lobo, como un antepasado directo que hemos olvidado o quizá nos negamos a reconocer, nos revela con el relámpago de sus aullidos el carácter indómito y venerable de su existencia; el carácter, en definitiva, turbadoramente humano de su destino.

6 comentarios:

  1. Me ha bastado menos de una semana para comprobar que la decisión de asfixiar el blog era producto de un mal momento en el que me dejé guiar por el desánimo. Normalmente soy inmune a los cambios de humor, pero hasta el más pintado flaquea cuando recibe un golpe inesperado.

    Saludos

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  2. Me alegro de la autoenmienda y de que se haga con una alocución propia del mejor Harry Haller.

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  3. Enhorabuena! gracia spor no haber matado al blog. Me da gusto leerte, como siempre.

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  4. Cierto es el significado metafórico del lobo, pero también cierto es, que no hay que olvidar que existen "lobos con piel de cordero" y a la inversa, " verdaderos corderitos que se disfrazan con piel de lobo".

    Me agrego a tus lectores al decirte que me alegro del cambio de opinión respecto a este tu blog.

    Quiero enviarte besos, sonrisas y abrazos

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  5. Sensaciones17/4/09 00:55

    Lograste un texto con resonancias lobunas, esto es, arcaicas, remotas, que se pierden en la noche de los tiempos, por decirlo con expresión tópica. ¿Cómo se llamaba aquel lobo que se convirtió en hombre, de Boris Vian?..., ¿Denis?... Bueno, aquello sucedió en París, y el lobo pertenecía a una familia muy especial.

    Es que aquí se apuntan muchas transmutaciones, o simplemente transformaciones, como el pobre Gregorio Samsa, que se transforma en insecto...

    El pastor "teme" al lobo, ¿o lo odia?... ¿Lo teme porque lo odia, lo odia porque lo teme?...

    Yo creo que el homo se parece mucho más a la oveja que al lobo, pero al mismo tiempo tiene mala conciencia, tal vez ve en el lobo un espejo, y eso lo lleva a exterminarlo...

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  6. Expatriado17/4/09 10:02

    Continúa usted con el paralelismo de muerte y resurección, ¡ y yo que llegué a pensar que era usted un dandy!

    En cuanto al lobo, su principal característica es la depresión, el resto pertenece al observador.

    Me alegro de su regreso y le ruego no nos de más sustos.

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