No es casual que la profusión de locuras y derramamientos de sangre que acompañan al humano en su tránsito por este planeta abandonado deban su origen, en demasiadas ocasiones, a la demostración pública del sentido del mundo por parte de unos sobre otros. Tampoco niego que el conocimiento de dicho sentido pueda proporcionar inmensos placeres a quien lo busca, lo sueña o lo idolatra, pero siempre como fase previa a la constatación y posterior encubrimento de la inmanente falta de sentido de la existencia; por eso, si el conocedor es honesto, se guardará escrupulosamente de divulgar sus hallazgos.
En su myspace podéis escudriñar más vibrantes pinturas de Glenn Brady, a quien se le acusa de ser autodidacta con la vida y experimentar trastornos esquizofrénicos con la paleta. Lamento no haber podido averiguar el título de la obra que os muestro, pues la obtuve de otra fuente donde se facilitaban datos.
Me encanta que haya tenido la delicadeza de guardar para sí el hallazgo, jejeje.
ResponderEliminarPor cierto, !qué imágenes tan buenas está colgando últimamente!
Reciba un abrazo.