Entre emanaciones mefíticas, remanentes calcáreos de lo que pudieron ser polvos nasales y pringues de rastro inconfundible cuya catalogación excede los propósitos de este introito, la otra noche encontré rotulada en las paredes de un urinario esta lección clarividente:
«Reduce tus posibilidades de acción al mínimo y habrás logrado mitigar tus problemas en un 90 %. En cuanto al molesto 10 % restante, puedes despacharlo con herramientas simples: una soga, una cuchilla de afeitar o una ventana con amplias vistas».
se le ha olvidado escribir que podía haberse tirado al inodoro y pedir que tirasen de la cadena!!un abrazo
ResponderEliminarCon toda sinceridad y según mi experiencia personal, en ocasiones cuanto más hago más la lio.
ResponderEliminarRespecto al 10% restante, yo que se, que se yo.
Pdta. Una curiosa frase en un lugar donde se demuestra lo variopinto de la filosofía humana. Para finalizar decirte que en mi ciudad no encontré lugares con tanto entretenimiento literario para esas ocasiones.
Como siempre un placer leerte y comunicarme.
Besos, sonrisas y abrazos
Normalmente la gente es burda y en los espacios anónimos de las zonas de paso (como la tapia de un taller abandonado, las vallas de una obra o los rincones de un aseo público) desinhibe a lo bestia su zafiedad. A veces se cuela un rayo de genialidad entre tanto repertorio de exabruptos mal paridos y el paseante, asaltado por el improbable hallazgo, se ve animado a especular que mientras haya una sola muestra de ironía, aunque sea de la más negra estirpe, existirá un refugio contra la desesperación en la complicidad de una carcajada cuyos ecos, en este caso, he querido amplificar.
ResponderEliminarAhora escucharé algo de buena música y a continuación desapareceré durante dos semanas en un nuevo episodio de transición hacia lo desconocido.
Os saludo, camaradas.