Próximamente deslizaré varios enlaces para descargar un archivo con las canciones más tristes que han desfilado por mis sentidos. Cuando tenga preparada la selección (que no se ceñirá a ningún género musical en concreto), propondré a mis escasos pero ilustres lectores que bauticen la criatura; elegiré uno de entre todos los títulos ofrecidos y el autor recibirá un obsequio cuyo contenido aún no puedo revelar sin destrozar un ecosistema. De momento, y sin que sirva de precedente, os dejo con esta joya fruto de la amalgama festiva entre jazz y electrónica que se ve reforzada por el embrujo de unas bases rítmicas bien estructuradas:
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiDPHVI5DosPKIuduMqEnO7ZCpt6I6bZMq72LLSmydpBUabSZ4penO6S0TIgnme60retwK7y72wGK7MAdyUb0EDPDqgXpstgsgEjT5vHtWl08E0nf_N2WUJpiU7PSqatEUlOQdvFQ/s320/51XZ0M4FGHL._SS500_.jpg)
No hay comentarios:
Ningún comentario recibido con posterioridad al verano de 2019 recibirá respuesta. Hecha esta declaración de inadherencia, por muy dueño que me sienta de lo que callo dedico especial atención a los visitantes que no marchan al pie de la letra.