He aquí lo que meditaba el paseante cuando una araña diminuta cruzó por su camino: «¿Por ser pequeña no la vas a pisar?». Y la araña, alarmada en un principio por la presencia de una criatura tan alta, pensó: «¿Por ser grande no la vas a morder?».
Junto a estas letras, el grabado La muerte y la doncella de Durero.
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Ningún comentario recibido con posterioridad al verano de 2019 recibirá respuesta. Hecha esta declaración de inadherencia, por muy dueño que me sienta de lo que callo dedico especial atención a los visitantes que no marchan al pie de la letra.